Urbanización


De acuerdo al último censo, 13.090.113 chilenos vivían en zonas urbanas, equivalentes al 86,59% del total nacional. Sólo un 13,41% de la población aún vive en zonas rurales dedicadas principalmente a la agricultura y la ganadería, concentrándose en las regiones del centro-sur del país, especialmente en las regiones del Maule (33,59%), la Araucanía (32,33%) y de Los Lagos (31,56%). Por el contrario, las regiones con mayor tasa de urbanización corresponden a la de las zonas extremas (94,06% en la región de Tarapacá, 97,68% en la de Antofagasta, 92,6% en la de Magallanes) y en las zonas industrializadas del Valle Central, como la Región Metropolitana y la de Valparaíso, con un 96,93% y un 91,56% de urbanización respectivamente.

Desde mediados de los años 1920, se inició un fuerte proceso de emigración de habitantes de zonas rurales hacia las grandes ciudades en búsqueda de mejores condiciones de vida. Así, éstas comenzaron a crecer y a expandirse formando grandes áreas metropolitanas y conurbaciones. El caso más notorio es el de la capital del país, Santiago de Chile o Gran Santiago que, con más 5.428.590 habitantes el año 2002, alberga al 35,9% de la población nacional. En 1907, era habitada por sólo 383.587 habitantes, aumentando a 549.292 para 1920 cuando representaba el 16% del total nacional; sin embargo, en los años siguientes, la explosión demográfica hizo que la ciudad se expandiera hacia las zonas rurales absorbiendo antiguas localidades campesinas, como Puente Alto y Maipú, que son las dos comunas más pobladas de Chile. Santiago es una moderna ciudad en la actualidad, siendo la séptima urbe más grande de América Latina y una de las cuarenta y cinco más grandes del mundo

Valparaíso y Viña del Mar, de igual forma, se han convertido en una gran conurbación. Ambas, sumadas a Concón, Quilpué y Villa Alemana forman el área metropolitana del Gran Valparaíso. Concepción, Talcahuano, Hualpén, Chiguayante, San Pedro de la Paz, Penco, Coronel, Lota, Hualqui y Tomé forman el área metropolitana del Gran Concepción. Ambas áreas metropolitanas superan los 800 mil habitantes.

El resto de las ciudades más pobladas del país son Antofagasta (con 285.256 habitantes), Temuco (con 260.878), Rancagua (con 236.363), Talca (con 191.154), Chillán (con 165.528), Puerto Montt (con 153.118), Arica (con 175.441), Iquique (con 164.396), Coquimbo (con 148.438), La Serena (con 147.815), Osorno (con 132.245) y Valdivia (con 127.750). La mayoría de las ciudades del país se ubican en la costa del Pacífico o en el valle central del país entre Santiago y Puerto Montt.

Composición étnica


El grueso de la población chilena se divide en dos grandes grupos étnicos, criollos y mestizos, que juntos constituyen alrededor del 95% de la poblacion chilena. La población criolla representa un 52,7% de la población, proviene mayormente de la antigua inmigración española y de las inmigraciones europeas ocurridas desde el siglo XVIII hasta el siglo XX, entre éstos se cuentan alemanes, ingleses, croatas, franceses, entre otros. La población mestiza corresponde a un 38,3% de la población, proviene fundamentalmente la mezcla entre españoles de origen castellano, extremeño y vasco e indígenas pertenecientes principalmente al pueblo picunche, seguidos de diaguitas, mapuches y huilliches y en forma minoritaria por otros pueblos.

Sin embargo, existe variaciones respecto al porcentaje de blancos y mestizos, según la UAEM, existiría una mayoría criolla, al ser esta un 52,7% de la población, mientras otros autores darían más de un 60% para la población blanca, otros darían sólo un 30% y una mayoría mestiza, siendo esta un 65%, aunque refiriendose sólo al genotípo de la población chilena. Ocurrencialmente se suelen unir blancos con mestizos, siendo estos un 95% de la población.

Otros grupos provenientes de Europa y el Medio Oriente arribaron a Chile (principalmente a los extremos norte y sur del país y los puertos) durante los siglos XIX y XX, incluyendo ingleses, italianos, franceses, palestinos, israelitas, irlandeses y yugoslavos. En 1848 se emprendió la colonización alemana, patrocinada por el gobierno chileno para poblar el sur del país. Con el tiempo, esa inmigración alemana influenció la composición cultural de gran parte del sur chileno, principalmente de las provincias sureñas de Valdivia, Llanquihue y Osorno. El número total de inmigrantes de países vecinos durante el mismo período fue de un valor similar. Actualmente, la inmigración de países vecinos a Chile es la más importante, y durante la última década ésta se ha duplicado hasta las 274.464 personas en 2006, principalmente provenientes de Argentina, Bolivia y Perú. Aparte de todas estas inmigraciones cabe también mencionar la colonia coreana, y en especial la colonia palestina, la más numerosa de este origen fuera del mundo árabe.

La composición étnica de Chile es relativamente homogénea, un mestizaje de predominancia blanca, aunque está marcada por un gradiente sociogenético en donde el grado de contribución amerindia es, en promedio: de un 40 a un 35% en los estratos bajos, de un 25 a un 20% en los estratos medios e insignificante o casi inexistente en los estratos altos. Debido a la dificultad de poder separar europeos de mestizos de carga blanca, frecuentemente no se cuenta el porcentaje de población blanca[cita requerida] a excepción de algunos grupos de pequeñas colonias extranjeras. La población indígena (5% aproximadamente) también presenta grados variables de mestizaje.

En cuanto a emigración, ésta ha disminuido durante la última década, pero aún se estima que 857.781 chilenos y descendientes de chilenos viven en el exterior, de los cuales un 50,1% estaría en Argentina, un 13,3% en Estados Unidos, un 8,8% en Brasil, un 4,9% en Suecia, y poco más de un 2% en Australia. Dentro del país, la movilidad de la población se ha acrecentado durante las últimas décadas provocando una migración masiva desde los campos hacia las grandes ciudades del país. Mientras en las regiones del centro-sur del país, más del 80% de su población nació en la misma región (en la Región del Biobío alcanza el 86,11%), en la Metropolitana de Santiago sólo lo es el 71% de la población, mientras en las regiones extremas como en la Región de Magallanes esta cifra llega sólo al 55%.

Población


Chile tiene una población estimada de 16.598.074 habitantes al año 2007. Según el último censo realizado el 2002, esta cifra era de 15.116.435 habitantes, de los cuales 7.447.695 eran hombres y 7.668.740, mujeres.

El crecimiento de la población se ha reducido durante los últimos años. A fines del siglo XIX, la población alcanzaba los 2.695.625, la que creció a los 5.023.539 en 1940 y los 13.348.341 habitantes en 1992. Aunque la población de Chile se ha quintuplicado durante el siglo XX, la tasa de crecimiento intercensal 1992-2002 fue del 1,24% anual, y la que debería seguir bajando durante los próximos años.

Debido a las mejoras en las condiciones de vida de la población, la esperanza de vida de los chilenos (la más alta de América del Sur) ha aumentado a los 77,74 años en el período 2000 - 2005. En 2003, la tasa de natalidad llegó a un mínimo histórico del 15,6‰ y la de mortalidad en un 5,3‰, con una tasa de crecimiento natural del 10‰, mientras que la tasa de mortalidad infantil ha bajado a 7, Estas cifras permiten establecer un proceso de envejecimiento de la sociedad chilena en la que al año 2020, la mayor parte de la población tendrá sobre 35 años, superando al grupo etáreo joven, dominante en este momento. Así, la pirámide de población se convertirá, para el año 2025, en un perfil campaniforme que representa el proceso de transición demográfica que vive el país.

Flora y fauna


La zona norte del país se caracteriza por su escasa vegetación debido a la extrema aridez del desierto de Atacama y la ausencia de precipitaciones. Árboles como el tamarugo, el pimiento, el algarrobo y el chañar y diversas especies de cactus son las pocas especies vegetales que pueden adaptarse a las duras condiciones climáticas. En las zonas altiplánicas la vegetación aumenta, destacando la yareta y la queñoa. La familia de los auquénidos, es decir, guanacos, vicuñas, llamas y alpacas, son los principales animales que habitan la zona, junto a otras especies de menor tamaño como vizcachas y chinchillas mientras en las lagunas altiplánicas habitan especies de flamencos. En la zona del Norte Chico, cuando se produce un período extraordinario de precipitaciones, se produce el evento conocido como Desierto Florido en que las tierras áridas se ven pobladas de diversas especies de flores, como la añañuca. A lo largo de toda la cordillera de los Andes, la especie insigne es el cóndor de los Andes, símbolo del país en el escudo nacional.

Entre el sur de la Región de Atacama y la Región de Coquimbo se produce un lento proceso de transición hacia una vegetación más abundante, caracterizándose por la mayor presencia de vegetación, en las zonas costeras de Talinay y Fray Jorge existen bosques residuales del tipo valdiviano, en el Norte Chico aparecen especies propias de clima mediterráneo como el boldo, el espino y el quillay.

En la zona centro-norte se extiende la zona conocida como bosque esclerófilo, formación vegetal muy degradada por los incendios, la fabricación de carbón, la utilización del suelo para la agricultura y la expansión de los grandes núcleos urbanos. Algunas especies características de la vegetación del Valle Central son el espino, el boldo, el litre, el quillay, el arrayán, el maitén, el matico, el roble y la palma chilena, entre otros. El puma, el coipo, el degú, el zorro culpeo, el treile, la bandurria, el zorzal, la diuca y el loro tricahue son algunos de las especies de la fauna nativas de la zona.

Al sur del río Biobío, la vegetación se vuelve más tupida y se presenta el llamado bosque valdiviano. Algunas especies vegetales características son la murtilla, el copihue, flor nacional, diversos helechos y árboles como laurel, tepa, luma, tineo, avellano, varias especies de mañíos, alerce y la araucaria, estos últimos amenazados de extinción. El puma es el principal carnívoro de la zona y habita en casi todo el país, salvo donde ha sido erradicado por la presencia humana. Otras especies animales características son cisnes, el colocolo, el pudú y el monito del monte. Uno de los mayores problemas ambientales de esta zona es la sustitución de enormes extensiones de bosque nativos por plantaciones de pino y eucalipto.

En las dos regiones más australes del país, existen grandes extensiones de bosque siempreverde, similar al valdiviano, aunque con menos especies arbóreas, destacando por su importancia económica el ciprés de las Guaitecas, hoy arrasado en su mayor parte. Hacia el interior se desarrollan bosques caducifolios, en los que predomina la lenga y, más al oriente, grandes formaciones estepáreas de pastos duros, donde habitan guanacos, ñandúes, zorros, piches, peludos, pumas, etc. En esta zona de la estepa, se desarrolló una ganadería extensiva de ovinos, que tuvo en la estancia, su mayor expresión social y cultural. El huemul, presente en el escudo de Chile y que antiguamente habitó gran parte del país, sólo sobrevive en áreas de difícil acceso en esta zona.

Finalmente, en el extremo austral de esta zona, la vegetación se reduce a algunos árboles achaparrados, tales como el canelo, coigüe de Magallanes y ñirre, al igual que diversas especies arbustivas y herbáceas, musgos y líquenes.

El Territorio Antártico, se encuentra en su mayor parte cubierto de hielos permanentes, por lo que su diversidad vegetal se reduce a algunas especies de musgos y líquenes. Sin embargo, la fauna alcanza en las costas una riqueza y valor excepcionales.

La costa del país es habitada en toda su extensión por una gran cantidad de aves, como gaviotas, pelícanos, cormoranes y albatros. El lobo de mar es característico de toda la costa chilena y existen algunas especies de pingüinos como el pingüino de Humboldt y el de Magallanes y un importante número de cetáceos como delfines en Coquimbo y de ballenas en Magallanes. En el mar, existen diversas especies de peces y mariscos que convierten a Chile en uno de los países con mayor variedad de fauna marina en el mundo: el jurel chileno, la merluza, la anchoveta, la cojinova, el congrio y el lenguado son algunos de los peces más característicos de la costa chilena, mientras algunos moluscos abundantes son la almeja, el choro, el loco, la ostra y el ostión, entre otros. El salmón y la trucha, introducidos en el país, en la actualidad son las principales especies de peces en los ríos del país.

En los territorios insulares, la fauna y flora son únicas en el mundo. Mientras en Isla de Pascua el característico árbol del toromiro está prácticamente extinto, el Archipiélago de Juan Fernández cuenta con más de 200 especies vegetales únicas como la palmera chonta y algunas especies animales endémicas como el picaflor de Juan Fernández y el lobo marino de dos pelos.

Clima


La longitud del país es el principal factor que existe para la gran variedad climática del territorio. La Cordillera de los Andes regula el paso de masas de aire, impidiendo el paso de vientos desde las pampas argentinas hacia el territorio chileno y de la influencia marítima hacia la vertiente oriental.

En la zona norte del país, el clima es de carácter desértico, con escasas precipitaciones. Las temperaturas tienen leves variaciones a lo largo del año, manteniéndose en promedio en torno a los 20°C. La Corriente de Humboldt estabiliza y enfría las zonas costeras y permite la presencia de abundante nubosidad conocida como camanchaca. En las zonas interiores, la oscilación térmica es alta con nula humedad y ausencia de nubes, lo que ha permitido la instalación de grandes observatorios en la zona. En la zona del altiplano, las temperaturas descienden debido al efecto de la altitud creando un clima estepárico frío que se caracteriza por precipitaciones estivales, conocido como invierno altiplánico. En la zona del Norte Chico, existe un clima estepárico cálido o semiárido que sirve como transición hacia climas más fríos hacia el sur. Las precipitaciones son irregulares y se concentran en la temporada invernal.

Desde el valle del Aconcagua hacia el sur, el clima dominante es el mediterráneo en todo el territorio, a excepción de las altas cimas de la Cordillera de los Andes de clima frío por efecto de la altura. Las cuatro estaciones están claramente marcadas, con un verano seco y cálido y un invierno lluvioso y frío. La zona costera presenta temperaturas reguladas por el efecto marítimo, mientras las zonas interiores presentan una alta oscilación térmica pues la Cordillera costera actúa como biombo climático. En Santiago, las temperaturas en el verano promedian los 20º con extremas de 36°C durante el verano (enero), mientras que en el invierno (junio) las temperaturas pueden llegar a los -2°C y un promedio de 9,8°C, con años nevosos como el 2005.

Las lluvias aumentan hacia el sur, que presenta un clima marítimo lluvioso entre la Región de la Araucanía y la Península de Taitao. En el extremo austral, se desarrolla un clima estepárico frío caracterizado por una gran amplitud térmica, bajas temperaturas y una disminución de la pluviosidad que se presenta en invierno, generalmente en forma de nieve, mientras en el Territorio Antártico predomina el clima polar

En las zonas insulares del país, el clima es fuertemente afectado por el efecto enfriador del océano. La Isla de Pascua presenta un clima único de características subtropicales con una media de 1.138 mm anuales de precipitaciones distribuidas durante el año.

Hidrografía


El territorio chileno está cruzado por diversos ríos que generalmente transcurren desde la Cordillera de los Andes hacia el Océano Pacífico en sentido este-oeste. Sin embargo, debido a las características del territorio, la longitud de estos ríos es corta.

Debido a las características de desierto, en la zona del Norte Grande no existen ríos, a excepción de cortas quebradas de carácter endorreico y del río Loa, que con sus 440 km de longitud es el más largo del país, principalmente debido a su extraña forma en U. En la zona del altiplano se encuentran las zonas de los bofedales que dan origen al lago Chungará, ubicado a una altitud de 4.500 msnm, y de los ríos Lauca y Lluta, compartidos con Bolivia y que no superan los 100 km de longitud.

En el centro-norte del país comienzan a aumentar el número de ríos que forman valles de gran importancia agrícola, destacándose el río Elqui con 170 km de extensión, el río Aconcagua con 142 km, el río Maipo con 250 km y su afluente, el Mapocho con 120 km, y el Maule, con 240 km. Su caudal procede principalmente debido a los deshielos cordilleranos en el verano y las lluvias durante el invierno. La zona casi no presenta lagos de importancia, a excepción del artificial lago Rapel, el lago Colbún, la Laguna del Maule y la Laguna de La Laja.

Hacia el sur, el río Biobío en la Región del Biobío se extiende desde las estribaciones andinas en la Región de la Araucanía a lo largo de 380 km, recorre un centenar de poblados junto a sus múltiples afluentes, y alimenta importantes centrales hidroeléctricas que abastecen a gran parte de la población del país. Otros ríos de importancia son el río Imperial y el río Toltén, donde desagua el lago Villarrica.

El Villarrica es el primero de los diversos lagos cordilleranos que existen entre la Región de la Araucanía y la Región de Los Lagos. Algunos lagos importantes son el sistema de los Siete Lagos, el lago Ranco, el lago Puyehue, el lago Rupanco, el lago Todos Los Santos y el lago Llanquihue, el segundo más grande del país. En la zona patagónica, los ríos son de menor envergadura pero de un fuerte caudal, como el río Futaleufú, el Palena, el Baker y el Pascua, mientras que los lagos, a excepción del lago Presidente Ríos en la Península de Taitao y la Laguna de San Rafael, se encuentran junto al límite internacional con Argentina, siendo compartidos entre ambos países. Es el caso del lago General Carrera, que con sus 970 km² en el territorio chileno es el más grande del país, el lago Cochrane, el lago O'Higgins y el lago Fagnano, en Tierra del Fuego.

Relieve


Chile se extiende a lo largo de más de 4.200 km en una estrecha franja entre la Cordillera de los Andes y la costa suroriental del Océano Pacífico. Su ancho máximo alcanza los 440 km en el paralelo 52º21'S y su ancho mínimo es de 90 km en 31º37'S. Se ubica a lo largo de una zona altamente sísmica y volcánica, perteneciente al Cinturón de fuego del Pacífico, debido a la subducción de la Placa de Nazca en la Placa Sudamericana.

A fines del Paleozoico (230 millones de años), Chile no era más que una depresión marina con sedimentos acumulados y que comenzó a levantarse a fines del Mesozoico debido al choque entre las placas de Nazca y Sudamericana, dando origen a la Cordillera de los Andes. El territorio sería modelado por millones de años más debido al plegamiento de las rocas, dando forma al relieve actual.

El relieve chileno está integrado por una Depresión intermedia que cruza al país de forma longitudinal y es flanqueada por dos alineaciones montañosas: la Cordillera de los Andes al este, frontera natural con Bolivia y Argentina, con su punto más alto situado en el Nevado Ojos del Salado a 6.893 msnm, convirtiéndolo en el volcán activo más alto del mundo, y la Cordillera de la Costa al oeste, de menor altura con respecto a la de los Andes. Entre la Cordillera costera y el Pacífico se encuentra una serie de planicies litorales, de extensión variable y que permiten el asentamiento de localidades costeras y grandes puertos. Algunas partes del territorio logran abarcar territorios llanos al oriente de los Andes, como el Altiplano o Puna de Atacama y las pampas patagónicas y magallánicas.

El Norte Grande es la zona comprendida entre el límite septentrional del país y el paralelo 26ºS, abarcando las tres primeras regiones del país. Se caracteriza por la presencia del Desierto de Atacama, el de mayor aridez en el mundo. El desierto se ve fragmentado por quebradas que dan origen a zonas conocidas como la Pampa del Tamarugal. La Cordillera de la Costa es maciza y cae abruptamente formando el Farellón Costero que reemplaza a las planicies litorales, prácticamente ausentes. La Cordillera de los Andes, dividida en dos y cuyo brazo oriental recorre Bolivia, tiene una altura elevada y de importante actividad volcánica, la que ha permitido la formación del altiplano andino y de estructuras salinas como el Salar de Atacama, debido a la acumulación de sedimentos durante años.

Al sur se encuentra el Norte Chico que se extiende hasta el río Aconcagua. Los Andes comienzan a disminuir su altitud hacia el sur y comienzan a acercarse a la costa, alcanzando los 95 km de distancia a la altura de Illapel, la zona más angosta del territorio chileno. Los dos sistemas montañosos se entrecruzan prácticamente eliminando la Depresión Intermedia. La existencia de ríos que atraviesan el territorio permite la formación de valles transversales, donde se ha desarrollado fuertemente la agricultura en el último tiempo, mientras las planicies litorales comienzan a ampliarse.

El Valle Central es la zona más habitada del país. Las planicies litorales son amplias y permiten el establecimiento de ciudades y puertos junto al Pacífico, mientras la Cordillera de la Costa desciende su altura. La Cordillera de los Andes mantiene alturas superiores a los 6.000 msnm pero lentamente comienza a descender acercándose a los 4.000 msnm en promedio. La depresión intermedia reaparece convirtiéndose en un fértil valle que permite el desarrollo agrícola y el establecimiento humano, debido a la acumulación de sedimentos. Hacia el sur, la Cordillera de la Costa reaparece en la Cordillera de Nahuelbuta, mientras los sedimentos glaciales dan origen en la zona de La Frontera a una serie de lagos.

La Patagonia se extiende desde el Seno de Reloncaví (a la altura del paralelo 41ºS) hacia el sur. Durante la última glaciación, esta zona estaba cubierta por hielos que erosionaron fuertemente las estructuras del relieve chileno. Como resultado de esto, la Depresión Intermedia se hunde en el mar, mientras la Cordillera de la Costa da origen a una serie de archipiélagos como los de Chiloé y el de los Chonos hasta desaparecer en la Península de Taitao, en el paralelo 47ºS. La Cordillera de los Andes pierde altura y la erosión producida por la acción de los glaciares ha dado origen a fiordos. En los Andes patagónicos se destaca, además, la presencia de grandes masas de hielo conocidas como Campos de Hielo que corresponden a las mayores reservas de agua del Hemisferio Sur fuera de la Antártida. Al oriente de la Cordillera se localizan zonas relativamente llanas, especialmente en la zona del estrecho de Magallanes y a lo largo de Tierra del Fuego.

La Cordillera de los Andes, al igual que previamente lo había hecho la Cordillera de la Costa, comienza a desmembrarse en el océano dando origen a un sinnúmero de islas e islotes hasta desaparecer en el Cabo de Hornos, hundiéndose en el Paso Drake y reapareciendo en el Arco de las Antillas del Sur y luego en la Península Antártica, como los Antartandes, en el Territorio Chileno Antártico, que se extiende entre los meridianos 53ºW y 90ºW.

En el medio del Océano Pacífico, el país tiene soberanía sobre diversas islas, conocidas en conjunto como Chile Insular, en que destacan el Archipiélago de Juan Fernández y la Isla de Pascua. Estas islas tienen un origen volcánico debido a que se encuentran en las zonas de fractura entre la Placa de Nazca y la Placa Pacífica, conocida como Dorsal del Pacífico Oriental.

Defensa


La defensa del país está a cargo de las tres ramas de las Fuerzas Armadas: el Ejército (f. 1810), la Armada (f. 1818), y la Fuerza Aérea de Chile (f. 1930). Sus funciones son preservar la integridad territorial y la seguridad exterior de la República. A estas unidades militares regulares se suman las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, compuestas por el cuerpo de Carabineros (f. 1927) y la Policía de Investigaciones (f. 1933), que constituyen la fuerza pública y son las encargadas de dar eficacia al derecho, garantizar el orden público y la seguridad pública al interior del país. Además, existe el cuerpo de Gendarmería (f. 1929), encargado de la custodia de las cárceles y otros centros de privación de libertad.

Las Fuerzas Armadas y Carabineros dependen administrativamente del Ministerio de Defensa Nacional y las Fuerzas de Orden y Seguridad dependen del Ministerio encargado de la Seguridad Pública, actualmente el Ministerio del Interior, mientras el cuerpo de Gendarmería depende administrativamente del Ministerio de Justicia. El Presidente de la República ejerce como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas sólo en caso de guerra
A pesar que el país no ha tenido un enfrentamiento bélico desde la Guerra del Pacífico entre 1879 y 1883, Chile es uno de los países del mundo con más gasto militar con respecto a su PIB (un 3,8%) estimado en más de US$ 3.240 millones anuales. Este gasto es financiado en gran parte con el 10% que por ley debe entregar Codelco Chile por las ganancias derivadas de la exportación de cobre. Esta alta cifra se explica debido a la larga extensión del contingente militar a causa de la particular forma geográfica del país y por el alto costo derivado de los sistemas de previsión de ex uniformados en el que se incluye también a las fuerzas de orden y seguridad (Carabineros), lo cual consume más del 54% de los ingresos[6] . Tras muchos años en que se ha planteado la abolición de la obligatoriedad del servicio militar a los varones de 18 años, desde 2006 éste consistirá principalmente de una inscripción automática y, en caso de que no se llenen las vacantes, los cupos restantes serán distribuidos por sorteo.

Durante el gobierno militar, las Fuerzas Armadas alcanzaron un alto rango de importancia en la vida civil. En los últimos años, el Comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, dio pasos importantes para asegurar la profesionalización, la prescindencia política del Ejército, su calidad de cuerpo no-deliberante, y la sujeción al poder civil democráticamente constituido. Uno de estos pasos fue el reconocimiento de las responsabilidades institucionales del Ejército en violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura, gesto que tuvo acogida en el poder civil y entre la población. El día 9 de marzo de 2006, asumió como Comandante en Jefe del Ejército, el General Óscar Izurieta Ferrer.

En la actualidad, Chile tiene diversos cuerpos militares apoyando las misiones de paz de las Naciones Unidas, en Chipre, Bosnia y Herzegovina, Kosovo y Haití (MINUSTAH).

Organización territorial


En 1979, Chile fue dividido políticamente en trece regiones, las que se subdividen en provincias y éstas en comunas. En la actualidad, el país cuenta con 15 regiones, 53 provincias y 346 comunas en total. Cada una de las regiones posee un número romano asignado originalmente de acuerdo a su orden de norte a sur, a excepción de la Región Metropolitana de Santiago. Con la creación en 2007 de dos nuevas regiones, la numeración perdió dicho sentido y existe un proyecto de ley en trámite destinado a eliminar dicho tipo de denominación.

Política


A lo largo de la historia del país existieron diversos partidos, los que fueron prohibidos en 1973 y durante gran parte del Régimen Militar. Los partidos políticos solamente pudieron reorganizarse en 1987 para participar en el Plebiscito Nacional de 1988, lo que configuró el sistema existente en la actualidad. El sistema binominal ha obligado en parte a la formación de grandes coaliciones políticas:

* Alianza por Chile, es una coalición de Derecha formada por Renovación Nacional y la Unión Demócrata Independiente, creada para enfrentar el plebiscito de 1988 y la opción Sí, a pesar que desde entonces ha utilizado diversos nombres. Corresponde a la principal fuerza política opositora en Chile, cuyo mejor resultado fue el 48,69% de su candidato Joaquín Lavín en la segunda vuelta presidencial de 2000. En las últimas elecciones, la Alianza ha obtenido un 37,68% de los votos en la elección de concejales (2004), 38,69% en la elección de diputados (2005) y un 46,51% en la segunda vuelta presidencial (2006). En el Congreso tiene 59 diputados y 17 senadores.

* Concertación de Partidos por la Democracia, es una coalición de partidos de centro izquierda conocida simplemente como Concertación, se originó en 1987 como forma de enfrentar el plebiscito de 1988 apoyando la opción No. Posteriormente, la Concertación obtuvo la victoria en las sucesivas elecciones presidenciales, manteniéndose en el poder desde 1990 y siendo elegida para continuar, al menos, hasta 2010. Aunque originalmente estaba compuesta por 17 partidos, en la actualidad la componen el Partido Demócrata Cristiano de Chile, el Partido por la Democracia, el Partido Socialista de Chile y el Partido Radical Social Demócrata. En las últimas elecciones, la Concertación ha obtenido un 47,89% de los votos en la elección de concejales (2004), 51,75% en la elección de diputados (2005) y un 53,49% en la segunda vuelta presidencial (2006). En el Congreso tiene 55 diputados y 16 senadores.

* Juntos Podemos Más, pacto formado a fines de 2003 agrupando a diversas colectividades de Izquierda que no pertenecían a la Concertación y sin representación parlamentaria, como el Partido Comunista, el Partido Humanista y la Izquierda Cristiana, de reciente legalización.[5] En las últimas elecciones, el Juntos Podemos ha obtenido un 9,17% de los votos en la elección de concejales (2004), 7,39% en la elección de diputados (2005) y un 5,4% en la primera vuelta presidencial (2006).

Estado


La República de Chile es un Estado unitario democrático, de carácter presidencialista, conformado por diversas instituciones autónomas, que se insertan en un esquema constitucional que determina ciertas funciones y distribuye las competencias entre los órganos del Estado, diferente de la tradicional doctrina de la separación de poderes. El país está regido por la Constitución Política de la República de Chile, aprobada el 11 de septiembre de 1980, que entró en vigor el 11 de marzo de 1981 y que ha sido reformada en nueve oportunidades, siendo una de las más importantes la promulgada el 26 de agosto de 2005, reforma que cambió algunos aspectos formales de la democracia, pero no las bases fundamentales sostenedoras del Estado y la nación chilena.

El poder ejecutivo o, más propiamente, el gobierno y la administración pública, está encabezada por el Presidente de la República, que es el jefe de Estado y de gobierno. Desde marzo de 2006, este cargo es ejercido por Michelle Bachelet Jeria, miembro del Partido Socialista, perteneciente a la Concertación de Partidos por la Democracia. De acuerdo a la Constitución, el presidente en su cargo por cuatro años sin poder ser reelecto para el período siguiente.

El presidente de la República designa a los ministros de Estado, que son sus colaboradores directos e inmediatos en el gobierno y administración del Estado y funcionarios de su exclusiva confianza, al igual que los Intendentes, encargados del gobierno interior de cada región. Mientras que el gobierno provincial está a cargo de los Gobernadores, también designados por el Presidente. A su vez, la administración regional corresponde a los Gobiernos Regionales, conformados por el Intendente respectivo y un Consejo Regional electo indirectamente y la administración local corresponde a las Municipalidades, compuestas por un alcalde y un concejo comunal, elegidos por votación popular.

El Poder Judicial está constituido por tribunales, autónomos e independientes, y tiene a la Corte Suprema de Justicia como su institución más alta. Además, existe un Ministerio Público autónomo y jerarquizado.

Un Tribunal Constitucional, autónomo e independiente, tiene el control de constitucionalidad de los proyectos de ley y de las leyes, decretos y autoacordados. Asimismo, una Contraloría General de la República autónoma ejerce el control de legalidad de los actos de la Administración Pública y fiscaliza el ingreso y la inversión de los fondos públicos.

Un Tribunal Calificador de Elecciones y trece tribunales electorales regionales velan por la regularidad de los procesos electorales realizados en el país y el cumplimiento de sus disposiciones.

El poder legislativo reside en el Presidente de la República y el Congreso Nacional, de carácter bicameral, que está compuesto por:

* El Senado, constituido por 38 senadores elegidos por votación popular que permanecen en el cargo por 8 años, con la posibilidad de ser reelectos en sus respectivas circunscripciones, la que elige dos senadores en cada elección. Cada 4 años se renueva la mitad de la plantilla de senadores en las elecciones parlamentarias regulares.
* La Cámara de Diputados, constituido por 120 miembros electos por votación popular, duran 4 años en sus cargos y también pueden ser reelectos en sus respectivos distritos, que elige dos diputados en cada elección, en que se renueva la totalidad de la Cámara.

Para las elecciones parlamentarias se utiliza el sistema binominal, lo que permite el establecimiento de dos bloques políticos mayoritarios (la Concertación y la Alianza por Chile) a expensas de la exclusión de grupos políticos no mayoritarios. Los opositores de este sistema instaurado por la Constitución de 1980 reclaman por una modificación.

Historia


Diversos estudios sitúan la época del poblamiento original del actual territorio continental chileno alrededor del año 10.500 adC, a finales del Paleolítico Superior. Chile prehispánico estaba poblado por una diversidad de culturas aborígenes que se ubicaron en franjas longitudinales cruzando incluso los Andes y llegando a territorios actualmente argentinos en el Atlántico. En la zona norte del país, los aimaras, atacameños y diaguitas a partir del siglo XI, establecieron culturas agrícolas fuertemente influidas por el Imperio Inca que, desde el siglo XV, dominó gran parte del territorio actual de Chile hasta el río Maule. Al sur del río Aconcagua, se establecieron las distintas comunidades seminómades de los mapuches, la principal etnia aborigen del país. En los canales australes habitaron distintos grupos indígenas como los chonos, yámanas, alacalufes y onas. En la Isla de Pascua se desarrolló una avanzada y misteriosa cultura polinésica prácticamente extinta en la actualidad.
Hernando de Magallanes fue el primer explorador europeo en reconocer el territorio chileno al recorrer, en 1520, el estrecho que hoy lleva su nombre. En 1535 los conquistadores españoles intentaron hacerse con las tierras del "valle de Chile" tras conquistar el Imperio Inca. La primera expedición, liderada por Diego de Almagro, fracasó. Pedro de Valdivia intentaría nuevamente conquistar las tierras al sur del continente, atravesando el desierto de Atacama.

Valdivia fundó una serie de asentamientos, el primero, y más importante, el 12 de febrero de 1541, Santiago de Nueva Extremadura. Valdivia inicia posteriormente una dura campaña militar hacia los territorios más al sur, enfrentándose a las tribus mapuches, iniciando la Guerra de Arauco, que Alonso de Ercilla relataría por extenso en su obra La Araucana (1576). Este enfrentamiento bélico se extendería a lo largo de tres siglos, aunque con distintas etapas de paz gracias a la realización de "parlamentos" como el de Quilín en 1641 que estableció un límite entre el gobierno colonial y las tribus indígenas a lo largo del río Biobío, dando nombre a la zona conocida hasta el día de hoy como La Frontera.

La Capitanía General de Chile (también llamado Reino de Chile) sería una de las colonias más australes del Imperio Español. Debido a su posición alejada de los grandes centros y rutas comerciales imperiales y el conflicto con los mapuches, Chile fue una provincia pobre perteneciente al rico Virreinato del Perú, cuya economía estaba destinada sólo a sustentar al Virreinato con materias primas (sebo, cueros, trigo) y a los pocos habitantes españoles del territorio chileno.
En 1810, comienza un proceso de búsqueda de la autodeterminación de Chile, con el establecimiento de la Primera Junta de Gobierno, iniciando un periodo conocido como Patria Vieja, que duraría hasta el Desastre de Rancagua en 1814, cuando las tropas realistas reconquistarían el territorio. Las tropas independentistas, refugiadas en Mendoza, formarían junto a las tropas argentinas el Ejército de los Andes comandado por el General en Jefe José de San Martín que liberaría Chile tras la batalla de Chacabuco, el 12 de febrero de 1817. Al año siguiente, se declararía la Independencia de Chile, durante el gobierno del Director Supremo Bernardo O'Higgins.

O'Higgins inicia un período de reformas que provocan el descontento de gran parte de la oligarquía, lo que causa su abdicación en 1823. Durante los 7 años siguientes, Chile se vería sometido a una serie de procesos que buscaban dar organización al nuevo país. Tras una serie de intentos fallidos y la victoria conservadora en la Revolución de 1829, se da inicio a un período de estabilidad en la llamada República Conservadora cuyo máximo referente fue el ministro Diego Portales, que sentaría las bases de la organización del país durante gran parte del siglo XIX, con la Constitución de 1833.

Chile lentamente comenzó a expandir su influencia y a establecer sus fronteras. La economía comenzó a tener un gran auge debido al descubrimiento del mineral de plata de Chañarcillo y al creciente comercio del puerto de Valparaíso, lo que llevó a un conflicto por la supremacía marítima en el Pacífico con el Perú. La formación de la Confederación Perú Boliviana fue considerada como una amenaza para la estabilidad del país y Portales declaró la guerra que terminaría con la victoria chilena en la Batalla de Yungay (1839) y la disolución de la Confederación. Al mismo tiempo, se intentó afianzar la soberanía en el sur de Chile intensificando la penetración en la Araucanía y la colonización de Llanquihue con inmigrantes alemanes. La región de Magallanes fue incorporada en 1843 y la zona de la Antofagasta, en aquel entonces territorio boliviano, comenzó a ser poblada.
ras treinta años de gobierno conservador, en 1861 se inició un período de dominio del Partido Liberal que se caracterizaría por la riqueza económica obtenida de la explotación minera del salitre en la zona de Antofagasta, lo que provocaría diferencias limítrofes con Bolivia, país que reclamaba dicho territorio como suyo. En 1865, Chile entró en guerra contra España por una serie de desafortunadas circunstancias. El 31 de marzo de 1866, la escuadra española al mando del almirante Casto Méndez Núñez bombardeó por 3 horas la ciudad de Valparaíso. El conflicto fue exclusivamente marítimo y terminó formalmente en 1883 con la firma del Tratado de Paz y Amistad entre ambas naciones.

Aunque Chile y Bolivia firmaron tratados de límites en 1866 y 1874, no lograron resolver sus disputas y el 14 de febrero de 1879, Chile desembarcó sus tropas en el puerto de Antofagasta, iniciando las acciones militares contra Bolivia. Perú había firmado previamente un pacto de alianza con Bolivia, por lo que Chile le declaró a ambos la guerra el 5 de abril de aquel año, dando inicio formal a la Guerra del Pacífico, que finalizaría con la victoria chilena en la batalla de Huamachuco, el 10 de julio de 1883, y las firmas del Tratado de Ancón con Perú y el Pacto de Tregua con Bolivia de 1884. Tras el conflicto, Chile obtuvo el dominio sobre los departamentos de Antofagasta y las provincia de Tarapacá, Arica y Tacna (esta última en posesión hasta 1929) y logró resolver sus asuntos limítrofes con Argentina en la Patagonia y la Puna de Atacama. Al mismo tiempo, se logró el fin de la Guerra de Arauco con la Pacificación de la Araucanía en 1881 y la incorporación de la Isla de Pascua en 1888.
En 1891, el conflicto entre el presidente José Manuel Balmaceda y el Congreso desencadenó la Guerra Civil en la que los congresistas lograron la victoria e implantaron la República Parlamentaria. Estos años se caracterizaron, a pesar del auge económico, por una inestabilidad política y el inicio del movimiento proletario de la llamada Cuestión Social. Esto porque existía una desigual distribución de la riqueza la cual se fue haciendo insostenible en la medida que pasaba el tiempo. Tras años de dominio de la oligarquía, fue electo Arturo Alessandri que se transformó en un puente provisorio entre la élite y la "querida chusma" (como él llamaba al pueblo), el proletariado que se encontraba cada vez más agitado. La crisis se agudizó y llevó a la renuncia de Alessandri en dos oportunidades luego de promulgar la Constitución de 1925, que dio origen a la República Presidencial.

Carlos Ibáñez del Campo asumió el gobierno en 1927 con gran respaldo popular, pero los estragos de la Primera Guerra Mundial (en la que el país se declaró neutral), la mala política económica en el uso de los recursos y la Gran Depresión acabaron con la riqueza creada por la extracción del salitre, produciendo una fuerte crisis económica en el país. Ibáñez renunció en 1932 y la inestabilidad política se acentuó tras un golpe militar que da origen a la República Socialista de Chile que sólo duraría 12 días, antes de que Alessandri reasumiera el poder y recuperara la economía, lo que no aplacó la tensión entre los partidos políticos. La crisis política también era social; nuevos actores sociales exigían transformaciones a la manera de pensar el país. En ese escenario, Pedro Aguirre Cerda es elegido Presidente en 1938 bajo una alianza que se oponía a los tradicionales gobiernos de la élite chilena.

El gobierno de Aguirre Cerda dio inicio a un período de gobiernos del Radicalismo y logró realizar diversos cambios, principalmente en el área económica, al sentar las bases de la industrialización chilena, a través de la creación de la CORFO. También puso mayor atención a los problemas sociales y estableció la reclamación sobre el Territorio Chileno Antártico, pero su gobierno se vio truncado por la temprana muerte del mandatario. Juan Antonio Ríos, su sucesor, tuvo que enfrentarse a la oposición y a las presiones de Estados Unidos para declarar la guerra al Eje durante la Segunda Guerra Mundial, países con los que rompe relaciones diplomáticas en 1943 y posteriormente le declara la guerra a Japón en 1945. Tras ser apoyado por el Partido Comunista, el radical Gabriel González Videla es electo Presidente en 1946. Sin embargo, al inicio de la Guerra Fría, el alineamiento del país a las potencias occidentales, motivó la prohibición del comunismo a través de la llamada Ley Maldita. En 1952, Ibáñez regresó a la política y fue electo con el apoyo ciudadano, pero lo pierde tras una serie de medidas de estilo liberal para revitalizar la economía.

En 1958, es electo el independiente de derecha Jorge Alessandri, con un 31,6% siendo ratificado ampliamente por el Congreso Pleno. A poco ejercer, debió enfrentar el caos producido por el terremoto de 1960, el más fuerte registrado en la historia, lo que no impidió la realización de la Copa Mundial de Fútbol, en 1962. En este período, se establece un sistema político llamado de "los tres tercios" compuesto por la derecha, la Democracia Cristiana y la izquierdista Unidad Popular. Temiendo una victoria de la UP, la derecha apoyó al demócrata cristiano Eduardo Frei Montalva que fue electo en 1964. A pesar de que intenta realizar su programa de gobierno llamado "Revolución en Libertad" a través de la Reforma agraria y la chilenización del cobre, a fines de su mandato, la tensión política produjo una serie de enfrentamientos. La agitación política seguía en ascenso.
En 1970 es electo Salvador Allende con el apoyo de la Unidad Popular, obteniendo el 36,3% de los votos por lo que se requirió el pronunciamiento del Congreso. Su gobierno enfrentó muchos problemas económicos externos (como la crisis mundial 1972-1973), una errática política económica, más la fuerte oposición del resto del espectro político y del gobierno estadounidense de Richard Nixon. El cobre fue nacionalizado finalmente, pero esto no impidió que el país cayera en una fuerte crisis económica y que la inflación llegara a cifras de alrededor del 600 y 800%.[4] Los enfrentamientos callejeros entre opositores y adherentes de la Unidad Popular se hicieron frecuentes, y alcanzaron altos niveles de violencia. Allende, que creía en una revolución democrática, pierde el apoyo del Partido Socialista que creía en la legitimidad de un levantamiento popular armado para retener el poder. Finalmente, el 11 de septiembre de 1973 se produce un Golpe de Estado que acaba con el gobierno de Allende, quien se suicida tras el bombardeo al palacio de La Moneda.
Tras el golpe de estado se instaura una Dictadura encabezada por Augusto Pinochet, Comandante en Jefe del Ejército. En este período, se establece una dura represión contra la oposición y se producen diversas violaciones a los derechos humanos, que termina con más de 3.000 asesinados, 35.000 torturados, más de 1.000 detenidos desaparecidos y alrededor de 200.000 exiliados. En el ámbito económico, Pinochet dirige una reestructuración del Estado ideada por los llamados Chicago Boys, quienes implantan un modelo neoliberal que aumenta el crecimiento económico, produciendo el llamado Milagro de Chile, bajo el cual el Estado cede gran parte de su importancia en la economía al sector privado.

El cambio de década genera el período de mayor crisis del Régimen. En 1978, Chile y Argentina se enfrentan en el llamado Conflicto del Beagle por el dominio de las Islas Picton, Lennox y Nueva, y que estuvo a horas de provocar una guerra entre ambos países, siendo detenida por la mediación del Papa Juan Pablo II. En 1980 Pinochet logra la aprobación de una nueva Constitución en un plebiscito cuestionado por diversos organismos internacionales. Sin embargo, la crisis económica que se produce en 1982 genera altos niveles de cesantía y de crecimiento negativo, lo cual da origen en 1983 a una serie de protestas contra el gobierno y su modelo económico, que se extenderían hasta el final de su mandato. Durante 1985, la economía logra recuperarse en el llamado Segundo Milagro, producido tras la privatización de la mayoría de las empresas estatales y la reducción del gasto social, lo que genera un explosivo crecimiento económico, pero también un aumento de la pobreza y una desigualdad creciente en la distribución del ingreso.
A fines de la década de los 1980, Pinochet debe dar inicio al proceso de retorno a la democracia que culmina con el plebiscito del 5 de octubre de 1988 y la victoria de la opción No con un 56% de los votos. Augusto Pinochet deja el cargo el 11 de marzo de 1990 y asume Patricio Aylwin como primer presidente del período conocido como la Transición, el cual se caracteriza por restaurar el régimen democrático, establecer una nueva política nacional, mantener la estructura económica del período anterior, reducir de manera importante los niveles de pobreza y reconocer las violaciones a los derechos humanos que se cometieron durante la dictadura, a través del Informe Rettig.

Su sucesor, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, asume en 1994. Su gobierno se caracteriza por un esplendor económico inicial gracias a la apertura del mercado chileno al exterior, pero a finales del mandato, una nueva crisis azota al país. Al mismo tiempo, la detención de Pinochet en Londres reaviva las diferencias políticas entre sus opositores y adherentes, el cual regresa tras dos años de detención en la capital del Reino Unido.

Tras unas reñidas elecciones, Ricardo Lagos asume en 2000 como el tercer presidente de la Concertación de Partidos por la Democracia en un ambiente económico inestable. Las acusaciones de corrupción agravan la situación a inicios de su mandato, pero luego comienza a obtener gran popularidad, a la par con la recuperación de la economía, a pesar de que a nivel de gobierno existen quejas por los niveles de desempleo, delincuencia, salud y educación. Lagos logra niveles de aprobación de un 75% en medio de la inserción del país en el concierto internacional con la participación en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y su rechazo a la invasión de Iraq y la firma de tratados de libre comercio con la Unión Europea, Estados Unidos y Corea del Sur, entre otros.

El 15 de enero de 2006, la oficialista socialista Michelle Bachelet es electa en segunda vuelta con el 53,5% de los votos. Asumió la Presidencia el 11 de marzo de 2006, convirtiéndose en la primera mujer en alcanzar dicho cargo en la historia del país, implementando desde un comienzo políticas a favor de la paridad de sexo en los principales cargos de gobierno.

Toponimia


Los antiguos incas del Cuzco, llamaban Chile a las tierras situadas al sur del desierto de Atacama; los conquistadores españoles, una vez instalados en el Perú, siguieron llamando de esa forma a la región del sur como valle de Chile y que luego se haría extensivo a todo el país actual. No se sabe a ciencia cierta el origen del nombre de Chile, pero existen varias hipótesis.

Según el abate Molina, proviene de trih o chi, palabra de origen mapuche con la que se llamaba a un pájaro de manchas amarillas en las alas. Para el cronista del siglo XVIII, Diego de Rosales, provendría del nombre del cacique que gobernaba el valle del Aconcagua hasta la invasión de los incas, antes de la llegada de los españoles. El historiador chileno Ricardo Latcham sostiene que el vocablo se debe a un grupo de indios mitimaes, llevados a Chile por los incas, que provenían de una región de Perú donde existía un río bautizado con ese nombre. Una teoría anónima sostiene que el origen es aymara, ya que el inca Túpac Yupanqui habría dado esa denominación a las tierras conquistadas al sur del Imperio Inca, hasta el valle del Aconcagua. También se ha sugerido que puede ser el resultado de la onomatopeyización del sonido de un ave nacional llamada trile, o que sea originaria de las palabras aimará ch'iwi, que significa helado, o chilli, "donde termina la tierra".

Chile



Chile es un país ubicado en el extremo suroeste de América del Sur. Su nombre oficial es República de Chile y su capital es la ciudad de Santiago de Chile.

Chile comprende una larga y estrecha franja de tierra conocida como Chile continental, entre el Océano Pacífico y la Cordillera de los Andes, que se extiende entre los 17º29'57'S y los 56º32'S de latitud (Islas Diego Ramírez), limitando al norte con Perú, al este con Bolivia y Argentina, y al sur con el Paso Drake. Además, posee territorios insulares en el Océano Pacífico, como el Archipiélago Juan Fernández, Sala y Gómez, Islas Desventuradas y la Isla de Pascua (ubicada en la Polinesia), totalizando una superficie de 755.838,7 km².

Por otra parte, Chile reclama soberanía sobre una zona de la Antártida de 1.250.257,6 km², denominada Territorio Chileno Antártico y comprendida entre los meridianos 90º y 53º Oeste prolongando su límite meridional hasta el Polo Sur. Esta reclamación está congelada de acuerdo a lo establecido por el Tratado Antártico, sin que su firma constituya una renuncia. Debido a su presencia en Sudamérica, Oceanía y la Antártida, Chile se define a sí mismo como un país tricontinental.[3]

Sus cerca de 17 millones de habitantes promedian índices de desarrollo humano, porcentaje de globalización, PIB per cápita, nivel de crecimiento económico y calidad de vida, que se encuentran entre los más altos de América Latina.