Juan Ignacio Molina


Molina se educó en Talca y en la escuela de los Jesuitas de Concepción (Chile). Desde muy temprano le atrajo la naturaleza del entorno donde se encontraba y su estudio. Dada su excelencia académica -especialmente en lenguajes- fue aceptado entre los jesuitas a los quince años de edad. En el año 1768, se vio obligado a abandonar Chile, debido a la orden de expulsión de la orden de los Jesuitas del reino de España. Se asentó en Italia donde, gracias a sus habilidades lingūísticas, obtuvo la cátedra de Lengua Griega en la Universidad de Bolonia. Sin embargo, pronto logro buena reputación como historiador y geógrafo, debido a su "Compendio della storia geografica, naturale e civile del regno del Cile" (1776) y "Saggio della storia civile del Cile" (1787)

Finalmente llegó a ser profesor de Ciencias Naturales (1803), dado sus estudios en esa área. Por ejemplo, publico (1782) el "Saggio sulla Storia Naturale del Cile", en el que describió por primera vez la historia natural de Chile e introdujo a la ciencia numerosas especies propias de ese país. Todas esas obras fueron traducidas, atrayendo considerable atención, al alemán, español, francés e inglés. En 1789 Schrank nombro en su honor un género de la familia Gramineæ, muy común en Europa, Molinia; y en el mismo año Jussieu clasificó el género Molinæa. En botánica es permisible escribir simplemente Molina cuando se hace una referencia a alguna de sus descripciones. También alcanzó el rango de miembro del Real Instituto Italiano de Ciencias, Letras y Artes y la alta dignidad de primer académico americano de la docta Academia del Instituto de las Ciencias.

Todavía de considerable interés y más controversial son sus "Analogías menos observadas de los tres reinos de la Naturaleza" (1815) y "Sobre la propagación del género humano en las diversas partes de la tierra" (1818). En la primera propuso -más de 4 décadas antes que Darwin- una teoría de la evolución gradual. De acuerdo a su proposición, el Creador organizó la naturaleza no en tres reinos (mineral, vegetal, animal) totalmente distintos, pero como una cadena continua de organización, sin pasos o quiebres bruscos, en "tres especies de vida, esto es, la vida formativa, la vegetativa y la sensitiva; de modo que la primera, destinada a los minerales, participe en algún grado de la segunda, propia de los vegetales, y esta, de la tercera, asignada a los animales". Así por ejemplo, los minerales cristalinos anteceden las formas vegetales más simples. Y las organizaciones vegetales complejas dan paso a las animales. En la segunda obra mencionada, Molina propone la tesis que las diferencias físicas observables en la raza humana se deben a factores climáticos y geográficos.

El impacto que tales ideas causaron fue tal que un mismo ex estudiante de Molina lo acusó de herejía y el obispo de Bolonia ordenó que un consejo de teólogos examinara su obra.

Afortunadamente para él, ese comité no encontró nada contra la fe en sus escritos y autorizó su publicación. A pesar de esto, sus "Analogías" no fueron publicadas por mucho tiempo, conservándose en Italia solo su original en castellano. Se puede argumentar que esto privó a Darwin -quien cita a Molina numerosas veces- y a sus partidarios de poderosos antecedentes y argumentos y le costó a Molina mismo la posibilidad de ser conocido como uno de los precursores de la teoría de evolución.

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